GESTIONANDO EL COMPROMISO
Cómo garantizar la fidelidad y la identificación de los colaboradores
Una de las grandes herencias de la pandemia —la cual, probablemente, constituye uno de los principales retos de las organizaciones hoy día— es lo que algunos expertos denominan «la gran renuncia». Esta, en esencia, consiste en una masiva renuncia de los colaboradores a sus organizaciones, con todas las consecuencias y repercusiones que esto acarrea. Las causas de este fenómeno son muchas, pero podrían resumirse en que muchos colaboradores entienden que están en organizaciones cuyas dinámicas no se ajustan a sus actuales prioridades personales. En pocas palabras, podemos decir que estamos viviendo una «crisis de compromiso». Liderar personas en este nuevo contexto requiere de habilidades nuevas. Es por ello que la gran interrogante de las organizaciones hoy día es cómo fortalecer el vínculo entre sus colaboradores y la organización.A esta situación hay que sumarle que, en entornos laborales cada vez más híbridos, lograr la cohesión e identificación de los colaboradores con las organizaciones constituye una labor altamente demandante. En este contexto, los lazos y los vínculos más bien tienden a debilitarse y no a hacerse más sólidos. Ante esta realidad, crear y mantener el compromiso es un desafío imprescindible, porque no puede crecer ni desarrollarse una organización donde los lazos son débiles y la continuidad del talento está en duda. Pero esto no puede hacerse al azar o lograrse con soluciones puntuales y, además, temporales, pues el compromiso no se genera de forma espontánea, sino que debe gestionarse como cualquier otra variable del negocio.
Ante toda esta realidad, hoy día, cobra más relevancia que nunca la gestión del compromiso. Y definimos compromiso como el vínculo individual de una persona con su organización, el cual genera una conexión profunda, al punto de motivar la actuación por encima de las expectativas para alcanzar resultados extraordinarios. Una correcta gestión del compromiso promueve un liderazgo que moviliza la voluntad y capacidad de todos para contribuir al éxito de la organización. Es un modelo de aprendizaje organizativo que, desde una cultura de compromiso recíproco, promueve una fuerte identificación de cada profesional con la organización y su disposición voluntaria a realizar esfuerzos discrecionales que permitan alcanzar logros excelentes desde la lealtad y profundo involucramiento.