PERSUASIóN E INFLUENCIA POSITIVA
¿Le ha llamado la atención en alguna ocasión cómo hay personas que con las primeras frases son capaces de conseguir la atención de los demás?, ¿cómo sus palabras tienen la capacidad de generar acción en los demás?, ¿cómo lo que dicen genera un recuerdo emocional que se transmite a lo largo y ancho de la organización?, ¿cómo los demás los miran deseando conseguir esa capacidad para comunicarse con otras personas? Si a alguna de esas preguntas su respuesta es sí, entonces es usted consciente de la importancia que tiene el saber hacer llegar los mensajes de forma efectiva.Muchos profesionales son personas preparadas, con gran conocimiento, con una experiencia avalada y con una gran capacidad para saber qué decisiones tomar para que todo funcione como corresponde. No obstante, esto, y a pesar de su know how, estas personas no son capaces en algunas ocasiones de conseguir que la gente valore sus opiniones, de defender sus argumentos, de movilizar a la acción o incluso de que simplemente se consideren sus planteamientos. De hecho, muchas veces en las organizaciones no crecen necesariamente los que más saben sino los que mejor consiguen afianzar sus mensajes en las personas.
Decía Aristóteles (384 a.C.) que: “Persuasión es el arte de conseguir que los demás hagan algo que, si se les pidiese, no lo harían”. Eso es en otras palabras vender sin vender, pedir sin pedir y ordenar sin ordenar, solo por citar algunos ejemplos.
En la sociedad actual, debido a la celeridad a la que estamos sometidos, no tenemos todo el tiempo del mundo para poder comunicar lo que nos gustaría decir. Contamos con escasos minutos para que nuestros mensajes se conviertan en la mejor opción. Por esa razón, la elección del antes, durante y después de ese mensaje es vital saberlo trabajar.