GESTIóN óPTIMA DE CONFLICTOS EN EL ENTORNO LABORAL
Capitalizando las diferencias
La diversidad ha pasado de ser una obligación o una exigencia, a constituirse en una verdadera ventaja competitiva para las organizaciones. Es por ello que cada vez más en nuestros entornos laborales nos encontramos con personas muy distintas a nosotros con las que debemos trabajar en equipo. Estas personas, además de distintas habilidades profesionales pueden tener otra edad, ser de otra nacionalidad o de otra procedencia étnica, y hasta tener un sistema diferente de valores y de creencias. Estas diferencias pueden ser vistas como un problema, pero también como una potencial ventaja, pues la gran realidad es que las diferencias pueden llegar a enriquecernos.Todos y cada uno de nosotros somos únicos y tenemos una perspectiva diferente a las de los demás. Si son bien gestionadas, estas diferencias pueden ser un insumo valiosísimo, pero lamentablemente para muchas personas el tener que confrontar ideas o pareceres con personas muy distintas a ellas puede ser una fuente de estrés considerable. Y de igual forma, el no saber cómo gestionar las diferencias de criterios de forma que el proceso se enriquezca, más que sumar, puede restar. Y es aquí donde pueden surgir conflictos. Llegados a este punto, es muy importante resolver los conflictos existentes. Una buena gestión de conflictos sirve para encontrar las claves que los solucionen y para resolver las situaciones de crisis.
La gestión de conflictos, por tanto, no pretende encontrar una solución al problema concreto, sino que consiste más bien en aportar estrategias y métodos que ayuden a las partes en conflicto a establecer una comunicación constructiva para llegar juntas a una solución al problema.